Recuerdo cuando niño cogíamos unas flores amarillas acampanadas, de tallo largo que masticábamos por su ligero sabor a vinagre suave. Creo que todas las generaciones de niños lo han probado y todavía lo siguen haciendo. Este sabor ácido es debido al ácido oxálico presente en la planta y que en grandes cantidades resulta ser tóxico y perjudicial para los riñones por producir cálculos renales, precisamente estos cálculos están compuestos principalmente de este ácido.
Es una planta herbácea que pertenece a la familia de las Oxalidáceas. En la raíz encontraremos pequeños tubérculos. Sus hojas son trifoliadas cuyos lóbulos son acorazonados como en los tréboles, de ahí que algunos las confundan con ellos. Con tallos largos sin hojas y que terminan en inflorescencias de flores amarillas acampanadas de cinco pétalos. No producen semillas porque aquí no tienen insectos polinizadores específicos. Las flores se cierran por la noche abriéndose cuando al mañana está avanzada, de ahí que en algunos lugares les llamen dormilones.
En algunos lugares son invasoras, reproduciéndose de tal forma que tamizan todo el suelo, sobre todo en lugares húmedos y sombríos, aunque las podremos encontrar también expuestas al sol.
Parece ser que si restregamos los tallos de esta planta sobre una mancha de tinta en la ropa, ésta desaparece.